Como ingeniero mecánico convertido en desarrollador backend, me he dado cuenta de que las habilidades y capacidades que he perfeccionado en ambos campos no sólo son complementarias sino que también están profundamente interconectadas. Mi marca personal gira en torno a esta sinergia, destacando cómo las competencias de la ingeniería mecánica se han traducido perfectamente en el desarrollo de software, y viceversa.
Ingeniería Mecánica en Mantenimiento
En el ámbito de la ingeniería mecánica, particularmente en mantenimiento, he desarrollado una base sólida en resolución de problemas, pensamiento crítico y resiliencia ante eventualidades. Estas habilidades son indispensables para diagnosticar y solucionar problemas mecánicos, garantizar que los sistemas funcionen sin problemas y anticipar posibles fallas antes de que ocurran. La capacidad de abstracción nos permite visualizar el funcionamiento interno de maquinaria compleja, comprender los principios subyacentes e idear estrategias de mantenimiento efectivas. Además, una parte importante al momento de solucionar una eventualidad, es poder resolver la falla con los recursos físicos y de mano de obra disponible, debido a que un retraso considerable de un equipo crítico, repercute negativamente no solo en lo económico, sino también en la confiabilidad que los clientes depositan en la compañía al no poder cumplir con los tiempos acordados, y este aspecto también se enfrentan muchos desarrolladores, arreglar las fallas en el menor tiempo posible y asegurarse de que no solo se vuelva a repetir, sino que no se generen nuevas fallas, es por eso que así como los ingenieros mecánicos antes de entregar un equipo, se hacen pruebas preliminares y mediciones durante estas para validar el funcionamiento antes de que el equipo trabaje en producción, los desarrolladores también implementan métodos para probar la aplicación antes de ser desplegada en producción.
Transición al Desarrollo de Software
Cuando hice la transición al desarrollo backend con Python, estas mismas habilidades resultaron invaluables. La capacidad de abstraer problemas complejos es esencial en el desarrollo de software, ya sea diseñando un esquema de base de datos, desarrollando algoritmos o solucionando problemas de código. La resolución de problemas es el núcleo de la programación, donde cada error es un rompecabezas por resolver. La resiliencia desarrollada en trabajos de ingeniería de mantenimiento y se traduce en perseverancia en la depuración y optimización del código, así como guiarse de las normas para ejercer buenas prácticas, y esto aplica para ambas profesiones.
Además, el pensamiento analítico necesario para mantener los sistemas mecánicos es directamente aplicable al desarrollo backend. Escribir código eficiente y escalable requiere una comprensión profunda de la arquitectura del sistema y de cómo interactúan los diferentes componentes, similar a comprender la mecánica de una máquina. El pensamiento crítico y analítico ayuda tanto a identificar ineficiencias como a posibles mejoras, ya sea en un sistema mecánico o en una aplicación de software.
Una Cuestión de Perspectiva
En conclusión, mi viaje me ha llevado a ver que la ingeniería mecánica y el desarrollo de software no son tan diferentes después de todo. Ambos campos requieren una comprensión profunda de sistemas complejos, un enfoque metódico para la resolución de problemas y la capacidad de pensar de forma crítica y analítica. Es una cuestión de perspectiva: ya sea que estés manteniendo una pieza de maquinaria o desarrollando un sistema backend, las habilidades básicas siguen siendo sorprendentemente similares. Mi marca personal, “KaacunaWorld”, está dedicada a mostrar estos paralelos y demostrar que la experiencia en un campo puede mejorar significativamente el desempeño en el otro.